En el mundo de la venta y consumo de carne, pocas cosas generan tanta discusión como el tema de la carne congelada. Muchos clientes creen que la carne congelada es de menor calidad, que pierde sabor o que no es “tan fresca” como la carne refrigerada.
Hoy vamos a desmentir esos mitos y explicarte la realidad, para que tomes las mejores decisiones para tu negocio.
Mito 1: “La carne congelada pierde sabor”
Realidad:
Si la carne se congela correctamente (a temperaturas de -18°C o menos) y se almacena bien, el sabor y la textura se conservan prácticamente igual que en carne fresca. La clave está en un congelado rápido y en no romper la cadena de frío.
Mito 2: “La carne congelada es de menor calidad”
Realidad:
La calidad de la carne no depende de si está congelada o no, sino del producto original y de cómo se manejó antes y después del congelado. Muchas veces la carne congelada es exactamente la misma que la fresca, solo que se procesó y empacó inmediatamente para conservarla por más tiempo.
Mito 3: “La carne congelada dura para siempre”
Realidad:
Aunque la congelación ralentiza el deterioro, no lo detiene indefinidamente. Cada corte tiene un tiempo recomendado de almacenamiento (generalmente de 6 a 12 meses). Después de ese tiempo, la carne sigue siendo segura, pero puede perder jugosidad o sabor.
Conclusión
La carne congelada es una excelente opción para negocios que buscan calidad, seguridad y control de inventario. La clave está en comprar a proveedores confiables, que manejen estándares adecuados de congelación y almacenamiento.
En Alcon Supermarket garantizamos que cada pieza congelada conserva su sabor, textura y frescura, lista para que tus clientes la disfruten como si fuera del día.




